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Fundador de una hermosa obra de caridad. Nació en Mérida en 1638, de familia de labradores. Fue sacristán de un convento y luego enfermero en el Hospital local Estudio para sacerdote con piadosas ayudas y con su trabajo. Se ordenó en 1662 y fue capellán militar en la guerra de Castilla contra Portugal.
Retirado del ejército por enfermedad, en 1667 se unió a los eremitas del desierto de Bañuelo, en Córdoba. Atendía pastoralmente a los compañeros y empezó a agrupar jóvenes que seguían su ejemplo. Formó un grupo de contemplativos, a quienes organizó con una regla de conducta estable.
En 1670 tomó el Hábito de la Tercera Orden de S. Francisco en el Convento de Madre de Dios, de Córdoba, profesando en 1671. Pronto lo imitaron algunos de sus seguidores y fundó con ellos en el Desierto la Congregación de Ermitaños de S. Francisco y de S. Diego. Multiplicó sus limosnas y ejercicios de caridad para con los enfermos.
Al ver el abandono de los ancianos y huérfanos, decidió dedicarse a ellos y fundó el "Hospital de Jesús Nazareno", un "Asilo y Hospital para ancianas desamparadas". Para estas obras organizó la "Congregación de Hermanos y Hermanas Hospitalarios".
En 1686 le pidieron la fundación de un Hospital en Pozoblanco, a donde envió algunos de sus colaboradores. Después de su muerte, otros Hospitalarios se unieron a los que el dejó y se organizo el nuevo instituto hospitalario. Murió en 1690, el 25 de Julio, en Córdoba, contagiado por el cólera.
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